En todos los lugares del planeta hay historias de criaturas sobrenaturales que van más allá de la comprensión humana. Muchas de ellas se convierten con el paso del tiempo en leyendas, ya que los encuentros con lo imposible son transmitidos de generación en generación. Y debido a la falta de evidencias las criaturas son consideradas simples mitos, aunque eso no significa que no existan.
Y si concretamos aun mas, los bosques sombríos de África Occidental son el hogar de una gran variedad de extrañas criaturas que parecen encontrarse en las fronteras entre lo físico y lo puramente espiritual. Si bien muchas de estas entidades son consideradas como mitos, para los lugareños se tratan de criaturas reales con el poder de destruir no sólo el cuerpo de su víctima sino también el alma. Habiendo dicho esto, es importante entender que África se encuentra en los límites entre el mundo espiritual y lo físico. Los humanos, los animales y los espíritus desencarnados cruzan libremente estos límites, formas cambiantes que se hacen visibles o invisibles a voluntad propia.
Uno de estos ejemplos lo encontramos en el antiguo folclore y la mitología del pueblo de Gambia, África Occidental, donde los padres transmiten a sus hijos historias de una criatura aterradora conocida como el Kikiyaon.
Más allá del folclore y la mitología
Se puede decirse que el Kikiyaon es una bestia africana equivalente a monstruos legendarios de tiempos pasados, como las gárgolas o las harpías. Y es que el Kikiyaon es una criatura humanoide con la capacidad de volar por los cielos. Se cree que pueden alcanzar una altura de alrededor de dos metros, luciendo grandes alas, ojos rojos brillantes, dientes afilados y garras en lugar de dedos de los pies.
Los lugareños dicen que es muy común escuchar la llamada del Kikiyaon. De hecho, es correcto decir que la criatura tiene varias llamadas. El más común es un gruñido profundo que se puede escuchar a kilómetros de distancia a través de las sabanas. La otra llamada, que no puede ser atribuido a ningún animal conocido, es un grito ahogado pronunciado desde lo más profundo de una garganta. Esta se convierte entonces en un gemido que se desplaza por el aire durante la noche. Todo aquel que lo ha escuchado dice que es un sonido horrible, que puede ser comparado con el de un hombre que está siendo estrangulado lentamente.
El Kikiyaon era una monstruosidad temible, y según todo aquel que lo ha visto es mejor evitarlo a toda costa. Así es, el Kikiyaon pudo haber tenido su origen hace siglos, pero los avistamientos de la temible bestia todavía perduran en la actualidad. Pero lo más sorprendente es su comportamiento caníbal, que hace que tenga un cierto paralelismo con los Zombies, por su actividad depredadora letal. Kikiyaon se traduce como “caníbal del alma”, y es conocido por las tribus de Gambia como una criatura que puede dejar de forma permanente a una persona en un estado sin alma.
Kikiyaon, el zombie africano
¿Y cómo actúa? Según los informes, invade los dormitorios de la gente en silencio con la oscuridad de la noche y, mientras duermen, para ser mordidos suavemente sin que se enteren. En los días posteriores del ataque, la persona infectada comienza a mostrar ciertas características, como emociones inexpresivas que son más asociados con el zombie del vudú y la tradición haitiana.
Sin embargo, la relación con los zombies no acaba aquí. Cualquier persona que lo vea, o reciba una mordedura de un Kikiyaon no pierden el alma inmediatamente: antes enferman; de hecho, enferman gravemente hasta el punto de morir.
La razón: cuando un Kikiyaon muerde a su víctima, también les infecta con una rara enfermedad mortal, no muy diferente del virus zombie. Otro de los puntos a tener en cuenta, es que al igual que los infectados representados en el cine, el Kikiyaon se caracteriza por su increíble velocidad cuando se desplaza a través de las llanuras de Gambia.
Luego está la cuestión del olor de la criatura, que se describe como carne podrida, al igual que un muerto viviente. En conjunto, estas características particulares definitivamente sugieren que el Kikiyaon podría ser perfectamente un zombie. Sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con esta teoría.
Bernard Heuvelmans, un conocido criptozoólogo que perseguía míticas criaturas como el Bigfoot, el monstruo del Lago Ness, o el Yeti, sugiere que las historias del Kikiyaon pueden haber sido transmitidas por los avistamientos de una especie no clasificadas de ave africana o un gran murciélago, que con el paso del tiempo, el folclore tribal y las leyendas locales las han transformado en una especie de muerto viviente.
Por otro lado, tal vez las viejas leyendas de Gambia no eran tan leyendas, después de todo. Ya sea por tratarse de una criatura desconocida o de un gran animal, podría ser que las historias transmitidas de generación en generación por los pueblos tribales de la zona fueran completamente reales. Si ese fuera el caso, entonces si un día nos encontramos ante un apocalipsis zombie, su punto de origen no estaría en un laboratorio secreto de armas biológicas controladas por militares, estaría en lo más profundo del corazón de la pintoresca África Occidental.
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