Nuestro Sistema Solar podría estar dentro de una enorme burbuja con paredes gaseosas abrasadoras, según afirman científicos espaciales.
La llamada «burbuja local» o «burbuja local caliente» tiene una forma parecida a un maní, es de aproximadamente 300 años luz de largo (2.840.000.000.000.000 kilómetros) y sus paredes están hechas de gas caliente de cerca de un millón de grados, reza un artículo publicado en la revista Nature.
Los investigadores creen que la burbuja se formó por las supernovas, las explosiones más grandes en el espacio, que se producen cuando una estrella grande explota. Una supernova lanza más energía en menos de un segundo de la que nuestro Sol emite en un millón de años, según explica la NASA. Una sola explosión puede eclipsar a una galaxia entera.
Por lo general estas explosiones ocurren dos veces al siglo, pero hace unos 10 millones de años explotó una gran cantidad de ellas muy cerca de nuestro sistema solar, «como palomitas de maíz», dice la NASA. En las décadas de los 70 y 80 la gente empezó a notar lo que posteriormente fue postulado como la burbuja: las supernovas al estallar se dispersan dejándonos rodeados de sus remanentes de gas radiante.
Algunos científicos pusieron en duda el modelo de la burbuja local. Sin embargo, un equipo de la Universidad de Miami (Florida), con ayuda de un sensor especial enviado con un pequeño cohete fuera de la atmósfera terrestre, determinaron que solo el 40% de los rayos X emana de dentro del sistema solar. El resto de la luz, según dicen, tiene que venir de las paredes gaseosas ardientes de una gran burbuja en la que vivimos, reliquia de antiguas supernovas fuera del sistema solar.
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