¡Algo misterioso está ocurriendo en nuestros océanos! Esto es lo que muchas personas creen después de que en los últimos años estén apareciendo extrañas criaturas que parecen haber salido de una novela de H.P. Lovecraft. Los podemos encontrar en todas partes del mundo, desde el cadáver de un misterioso y extraño animal en la orilla del río debajo del puente de Brooklyn en Manhattan, la bestia grotesca en una de las playas de Gales Occidental o los restos de un extraño ser en una playa de España.
Esto son algunos de la gran cantidad de casos reportados en todo el mundo que van mucho más allá de nuestra comprensión. Y aunque la comunidad científica intenta dar explicación a lo imposible, la verdad es que se desconoce el origen de tales criaturas venidas desde el mar. Y ahora una nueva criatura ha aparecido en una playa de Sudáfrica desconcertando a la propia comunidad científica.
La criatura de la playa de Sudáfrica
Una mujer caminaba por una playa de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, cuando se encontró con una extraña criatura marina con unos grandes colmillos. Leandra Visser de Worcester, Inglaterra, no se podía creer lo que acababa de encontrar, la criatura era algo completamente inusual para ella y aunque en un principio se asustó, al ver la criatura que parecía estar muerta utilizó una cáscara de musculo para coger a la criatura y hacerle una fotografía para publicarla en su muro Facebook junto con un pregunta:
“¿Puede alguien decirme qué demonios es esto? La recogimos en la playa en De Kelder. ¡Es completamente real!”, detalló Leandra.
Ella se sorprendió cuando comprobó que su fotografía se convirtió en un todo fenómeno viral en Internet, lo que dio paso a una controversia en las redes sociales y medios de comunicación sobre el origen de la grotesca criatura.
Algunos dijeron que se trataba de un pez globo muerto, otros estaban convencidos de que no se trataba de ningún animal marino, aunque los más escépticos aseguraron que la criatura era una especie de broma. Pero según los medios de comunicaciones locales y Leandra, la criatura era completamente real aunque no pudo conservar el espécimen porque nunca pensó que su descubrimiento llegaría tan lejos.
“Prometo que no estoy mintiendo”, dijo Leandra a los medios de comunicación. “No soy el tipo de persona que bromea con esas cosas. Sabía que en muchas partes del mundo habían aparecido criaturas extrañas, pero nunca pensé que me fuera a encontrar una de estas. Al principio creía que se trataba de un pez, pero era muy pequeña y además olía muy mal.”
La ciencia no se pone de acuerdo sobre el origen de la extraña criatura
Pero la criatura de Leandra ha causado un gran debate en el seno de la comunidad científica, ya que Alan Whitfield, director científico del Instituto Sudafricano para la Biodiversidad Acuática, afirma que no cree que se trate de un pez o de un animal acuático, debido a la ausencia de aletas, cola o escamas.
“La cabeza y las mandíbulas parecen completamente desproporcionadas con el cuerpo”, dijo Whitfield a los medios de comunicación. “De hecho, parece que la criatura es una aberración de la naturaleza, como si estuviera compuesta de diferentes partes de animales.”
Además Whitfield añadió que el hecho de que la extraña criatura fuera encontrada en una playa no significa que se trata de un animal acuático, como ocurrió con la criatura del Puente de Brooklyn o la criatura de la playa de Gales.
Sin embargo, Charles Griffiths, profesor de ciencias biológicas en la Universidad de la Ciudad del Cabo, ofreció una identificación más racional, diciendo que puede tratarse de un Chorisochismus dentex, que se ha secado por estar en la arena de la playa. Según Griffiths, un Chorisochismus dentex es un pez inofensivo que se alimenta de erizos de mar, mejillones y lapas, y se encuentra en el Atlántico sudoriental, incluyendo ciertas partes de África del Sur. Griffiths cree esto coincide ya que la criatura apareció en Blousteen Ridge, un arrecife rocoso, cerca de Ciudad del Cabo. Y para explicar los terribles dientes de la criatura, Griffiths dijo que el Chorisochismus dentex tienes esos dientes para roer las lapas y los mejillones.
Pero está claro que la teoría expuesta por Griffiths no ha convencido a nadie, ya que como mantiene Whitfield, la extraña criatura no tenía aletas y no coincide con ningún pez conocido.
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