En declaraciones a Europa Press, una miembro de la Plataforma por la mejora de Montequinto y ambientóloga, Pilar Muñoz, ha explicado que se trata de una araña originariamente de Estados Unidos, si bien se ha adaptado al medio y “es endémica propia”. Por tanto, ha asegurado que “no es tan perjudicial en los efectos que produce” en las personas como la estadounidense, pero el problema surge cuando la persona afectada “es más sensible a cualquier tipo de picadura de insecto” provocando “efectos más serios” como por ejemplo la “necrosis de la piel”.
Esta vecina ha alertado de la existencia de “varios casos” de personas que han sufrido la picadura de la reclusa parda y han tenido que ser “intervenidos quirúrgicamente” para proceder a realizarles “injertos de piel” lo que hace que esta plaga se convierta en un problema “más grave”.
Las características básicas de la araña del rincón “son muy peculiares”. De hecho, Muñoz ha comentado que se identifican por su color pardo y por “una mancha en forma de violín más oscura” que presentan en la cabeza. Además, poseen “tres ojos encima de dicha mancha y un abdomen más gordo” que otro tipo de araña. Asimismo, todas sus patas “son iguales entre sí, con muchos pelos”.
Entre las peculiaridades principales de la reclusa parda se encuentra que son “fotofóbicas” -de ahí el nombre de ‘araña del rincón’- por lo que siempre se encuentran en zonas de interior “poco ventiladas y de poco movimiento”.
En este sentido, ha señalado lugares como “trasteros, garajes, muebles que no se mueven con frecuencia, marcos de puertas y de cuadros, rendijas”, entre otros. No obstante, el lugar más común donde se localizan son “los cuartos de baño interiores y con respiraderos”. “Creemos que su zona de anidación son los respiraderos de los baños”, ha afirmado.
RECOMENDACIONES
Por tanto, ha recomendado, frente a la “falta de solución” por parte de las administraciones locales, que se fumigue “de forma particular” con insecticidas “domésticos” todos estos lugares aunque ha admitido desconocer “como se debe actuar”. “Aconsejamos que se muevan y retiren todos los muebles, se quite la rejilla de los respiraderos de los baños, se fumigue y se coloque una malla metálica pequeña o, incluso, film transparente”, ha manifestado y ha añadido que también “se tapen los sumideros” para que no se permita la entrada de esta araña en las viviendas. Eso sí, ha aconsejado “ventilar bien” las habitaciones tras la fumigación, puesto que se está trabajando con “productos tóxicos”.
Según Muñoz, “varios informes” de la Junta de Andalucía y otro de una especialista en etimología aplicada de la Universidad de Sevilla verificaron esta araña como la reclusa parda e, incluso, recogen que se trata de “casi una epidemia” debido al “número de picaduras registradas”. Desde la Universidad de Sevilla, ha indicado, “se dijo que era un problema serio y para el que es necesario un informe oficial del Ayuntamiento.
No obstante, esta ambientóloga se ha quejado de que desde la administración local “sólo procederán a la fumigación externaa”, al tiempo que ha insistido en que esta araña “no es de jardín”. “Nuestra preocupación es que el problema sigue estando en nuestras viviendas”, ha asegurado.
Por su parte, otra miembro de esta plataforma, Pilar Collado, ha recordado que “hace unos años” una menor sufrió una picadura de este tipo de araña ocasionándole una necrosis del tejido celular lo que puso en alerta a los vecinos de esta barriada sevillana. Estos vecinos han pedido que se ponga solución a la plaga de la reclusa parda o, al menos, informen de un protocolo a seguir para evitar sus picaduras.
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