En el último estudio realizado por la NASA se descubrieron unos enormes agujeros en la capa cargada eléctricamente de la atmósfera de Venus llamada ionosfera.
Gracias a este descubrimiento, los científicos han obtenido la posibilidad de estudiar mejor el planeta Venus, con su atmósfera gruesa compuesta de dióxido de carbono, y unas presiones tan altas que las naves que aterrizan allí se aplastan a las pocas horas. Los agujeros ofrecen nuevas claves para aprender más sobre la atmósfera de Venus, en particular, cómo interactúa el planeta con los constantes ataques del viento solar y, quizás, incluso descubrir lo que hay en su núcleo, informa la NASA.
Dado que la ionosfera puede conducir la electricidad, se hace casi transparente para las líneas de los campos magnéticos. Las líneas van directamente a la superficie del planeta y a veces incluso dentro del planeta, dice Glyn Collinson, científico en el Centro de vuelo espacial Goddard en Greenbelt, EE.UU. Collinson está buscando marcas de estos agujeros en los datos recogidos durante la misión Venus Express de la Agencia Espacial Europea iniciada en 2006.
Durante la misión Pioneer Venus, realizada en 1978, los agujeros se veían solo en los períodos de mayor actividad solar, conocidos como el máximo solar. No obstante, según los datos obtenidos en la misión Venus Express, los agujeros pueden formarse también durante el mínimo solar.
Para entender lo que está ocurriendo en la ionosfera de Venus es necesario entender cómo interactúa el planeta con su ambiente en el espacio, concluye Collinson.
No hay comentarios:
Publicar un comentario