Un grupo de científicos internacionales logró que la bacteria intestinal E.coli emitiera gas propano, aunque su objetivo final es convertir la energía solar en un sustituto de los combustibles fósiles.
"Aunque hemos conseguido solo pequeños volúmenes, el combustible que hemos producido está listo para ser consumido en un motor ahora mismo", contó Patrik Jones, del Colegio Imperial de Londres.
Los resultados de la investigación, realizada en conjunto con la Universidad de Turku (Finlandia), fueron publicados en la revista 'Nature Communications' el martes pasado.
Los investigadores interrumpieron en la bacteria el proceso natural de creación de membranas celulares a base de ácidos grasos, usando tres enzimas con funciones separadas.
Una de dichas enzimas, que naturalmente produce hidrocarburos, fue reforzada con electrones, algo que catalizó la creación de propano en la E.coli.
Aunque su éxito es solo una milésima parte de lo que se requiere para fines comerciales, el equipo científico cree que es una cuestión de tiempo.
"Por el momento no entendemos completamente cómo se producen las moléculas de combustible, por lo que ahora nos fijamos en el desarrollo de este proceso. Espero que dentro de 5-10 años consigamos procesos viables comercialmente", comentó Jones.
En el futuro, los investigadores intentarán utilizar este método de producción de propano en bacterias fotosintéticas para convertir la energía solar en combustible químico.
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