El agua es fundamental para la existencia de la vida tal y como la conocemos. La ciencia se basa en muestras de agua para desvelar la historia de cómo, por ejemplo, se formó un determinado cuerpo celeste. Ahora parece que nuestro propio planeta posee agua más antigua que él mismo, lo cual podría tener grandes consecuencias en nuestra búsqueda de vida extraterrestre.
En una investigación dirigida por L. Ilsedora Cleeves, de la Universidad de Michigan, EE.UU., y publicada en la revista 'Science', los científicos han llegado a la conclusión de que entre el 30% y el 50% del agua de la Tierra es más antigua que el Sol, según informa Reuters.
Para comprender esta afirmación, es necesaria una revisión del proceso de formación de las estrellas. Cada estrella está formada por materiales encontrados en su propia nube molecular interestelar. Éstas se encuentran rodeadas por un disco protoplanetario, llamado 'nebulosa solar', cinturón del que nacen sus planetas. Numerosas investigaciones anteriores no han conseguido determinar si el hielo de dicho cinturón proviene de la nube molecular a raíz de la cual se formó la estrella, o, por el contrario, si se formó por las reacciones químicas que tuvieron lugar en la nebulosa solar.
En la actualidad, esta incertidumbre se ha desvanecido ya que podemos decir que la vida de nuestro planeta no es resultado de la actividad creada en el interior del disco protoplanetario, sino que parte del hielo del medio interestelar sobrevivió a la formación de nuestro sistema y se incorporó a los planetas.
Dicha afirmación se sustenta en el estudio realizado por los citados estos investigadores, para el que se recrearon en un laboratorio las condiciones químicas del Sistema Solar. A raíz del mismo, los científicos se fijaron en un isótopo del hidrógeno llamado deuterio, compuesto por lo que llaman 'agua pesada'.
“La química nos dice que la Tierra recibió una contribución de agua de alguna fuente que era muy fría, solo diez grados sobre el cero absoluto, mientras que el Sol, siendo sustancialmente más caliente, ha borrado esta huella de deuterio o agua pesada”, asegura Ted Bergin, investigador de la Universidad de Michigan.
Por otro lado, la directora de la investigación afirma que "las implicaciones de este hallazgo son que parte del agua del Sistema Solar ha sido heredada del ambiente del que nació el Sol y le precedía. Si la formación de nuestro sistema es típica, esto implica que el agua es un ingrediente común durante la formación de todos los sistemas planetarios".
De ser cierta la hipótesis del estudio, a partir de ahora sabemos mucho más de la formación de la vida y aumentan las esperanzas de que esta exista en otros planetas.
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