Con 15 metros de longitud y una espina en su espalda de 2 metros de altura de estructura similar al de una vela, el Spinosaurus era el dinosaurio más grande y más peligroso de los dinosaurios carnívoros, escribe revista 'Smithonian'.
Los fósiles de esta especie de 95 millones de años de antigüedad, hallados recientemente en el Desierto del Sahara, en Marruecos, muestran a un dinosaurio con un hocico parecido al de el cocodrilo, lo que le permitía sumergirlo rápidamente, con patas en forma de remo. Presentaba además un cuello y un tronco largos, además de estrechas caderas y muslos cortos que sugieren que el animal pasaba la mayor parte de su vida nadando y cazando peces, lo que lo convierte en un dinosaurio único en su especie.
"Era una quimera: mitad pato, mitad cocodrilo. No conocemos nada parecido", cita 'Smithonian' a Paul Sereno, de la Universidad de Chicago, uno de los autores del estudio sobre el dinosaurio publicado en la revista 'Science'.
Un dinosaurio insólito, descubierto de manera insólita
No menos sorprendente que el dinosaurio es la historia de su descubrimiento. Sus primeros fósiles fueron hallados en Egipto hace 100 años por el paleontólogo alemán Ernst Stromer. Se trataba de restos muy incompletos que fueron trasladados al museo paleontológico de Munich, donde fueron destruidos completamente por la aviación británica durante la Segunda Guerra Mundial.
Desde entonces algunos huesos de este dinosaurio eran hallados de cuando en cuando. Hace una década el paleontólogo Nizar Ibrahim de la Universidad de Chicago viajó al Sahara en búsca de nuevos fósiles. En 2008 se encontraba en el oasis de Erfoud, cuando se le acercó un "hombre con bigotes" que le mostró una caja llena de huesos, entre los cuales el científico vio, para su asombro, uno que podía ser del Spinosaurus.
El año pasado un colega italiano del paleontólogo, Cristiano dal Sasso, le contó que el Museo de Historia Natural de Milan había adquirido fósiles parciales del Spinosaurus. Dichos restos habían sido donados por un coleccionista privado, así que fue imposible averiguar de donde provenían. Después de una investigación, los paleontólogos llegaron a la conclusión de que los fósiles pertenecían al mismo "hombre con bigotes" misterioso.
Ibrahim y otros colegas suyos se dirigieron entonces de nuevo a Erfoud donde hallaron al hombre, al que lograron convencer para que les mostrara donde se hallaban los fósiles. Finalmente fueron hallados en Marruecos el cráneo completo, las garras y los huesos que conforman la 'vela' en la espalda del Spinosaurus, pudiendo entender cual era la verdadera apariencia de este insólito animal prehistórico.
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