martes, 7 de octubre de 2014

La otra enfermera sospechosa de ébola da negativo en el último análisis



La enfermera que permanecía bajo vigilancia con posibles síntomas de ébola y que, al igual que la auxiliar infectada, atendió a los religiosos fallecidos por este virus, ha dado negativo en el segundo análisis al que ha sido sometida, según han confirmado fuentes sanitarias a EL PAÍS. Esta enfermera no tenía fiebre, pero sí diarrea y un fuerte estrés, de acuerdo con el testimonio de portavoces del sindicato CSIF. Los responsables del hospital de La Paz aseguraron sobre ella en rueda de prensa que, pese a estar ingresada, "no tiene el equivalente de caso sospechoso, es una enfermera que ha tenido exposición al virus, pero siempre protegida y no refiere síntoma alguno ni fiebre". La ministra de Sanidad, Ana Mato, ha solicitado comparecer en el Congreso de los Diputados para informar sobre  la actuación del Gobierno en la crisis del ébola.

El marido de la auxiliar de enfermería Teresa R. R., de la que ayer se supo que tenía ébola, sí se encuentra ingresado, según ha confirmado esta mañana la directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa. Este hombre, llamado Javier L. R. pero del que no se han dado datos oficialmente, es el que más preocupa a las autoridades, ya que es quien más contacto tuvo con la mujer. Vinuesa ha especificado este martes en su comparecencia ante el Congreso que el hombre se encuentra "ingresado y controlado para que pueda pasar la cuarentena con un mejor seguimiento".



Permanece también en régimen de aislamiento un hombre que ha viajado desde Nigeria y que dio negativo el lunes en una primera prueba de ébola. Deberá esperar al miércoles para un segundo análisis. Si el resultado es negativo, se le dará el alta, según han explicado el gerente de La Paz-Carlos III, Rafael Pérez-Santamarina, y facultativos del centro.

Se mantiene asimismo bajo vigilancia a 22 personas con los que la paciente tuvo contacto en el hospital de Alcorcón (Madrid) y a 30 profesionales del Hospital Carlos III.





El marido no tiene síntomas pero está ingresado y aislado por haber tenido un contacto de alto riesgo con la enferma. El viajero de Nigeria llegó con fiebre pero ha dado negativo en la primera prueba de Ébola que se le ha hecho. Los médicos creen que puede ser malaria pero está a la espera de los resultados de la segunda prueba. La enfermera que está ingresa no tiene fiebre. Por ello, aunque se le hiciera la prueba del Ébola posiblemente diera negativo porque aún no habría desarrollado la enfermedad si la tuviera. Los tres están ingresados en habitaciones aisladas.




Por otra parte, los profesionales de salud pública llevan desde ayer por la noche elaborando la lista de los contactos de la auxiliar de enfermería contagiada con el virus del ébola. En el caso de los profesionales sanitarios con los que trabajaba, se les ha pedido que se desplacen al hospital Carlos III para examinar su estado de salud. De momento se encuentran bajo vigilancia 22 personas con las que tuvo contacto en el hospital de Alcorcón (Madrid) y otras 30 del hospital Carlos III.

El gerente de La Paz ha confirmado además que hay 22 personas en vigilancia porque tuvieron contacto con esta auxiliar, natural de Becerreá, un pueblo de la provincia de Lugo, donde fue vista por última vez el pasado agosto, cuando acudió a visitar a su madre y a su hermano, que residen en la localidad. Son fundamentalmente personal sanitario del hospital de Alcorcón que la atendió cuando fue ingresada allí. Además, todo el equipo del Carlos III que atendió a Manuel García Viejo está también en vigilancia, en total 30 personas. Todos ellos permanecerán bajo vigilancia hasta que transcurran 21 días, que es cuando termina el periodo de incubación de la enfermedad.

El gerente del hospital de la Paz, del que depende el Carlos III, Rafael Pérez-Santamarina, ha asegurado que la auxiliar de enfermería infectada de ébola está recibiendo tratamiento con anticuerpos de otros infectados. Se trata de un suero hiperinmune de un donante anónimo que ha sido contagiado por la enfermedad y que ha generado anticuerpos.

Pérez-Santamaría ha informado de que la enferma está evolucionando "favorablemente dentro de las precauciones" a lo largo de la noche y esta mañana. El gerente del Hospital La Paz de Madrid, ha añadido que la paciente no quiere que se informe a los medios de comunicación de su estado, por lo que tendrán que preservar su "intimidad".

El coordinador del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón ha admitido que, aunque la auxiliar contagiada no tenía síntomas graves, hubiera sido mejor ingresarla el 30 de septiembre en vez de esperar al 6 de octubre. Hace una semana fue cuando acudió a los servicios de prevención porque se encontraba con fiebre y astenia, pero no cumplía los requisitos clínicos para ser evaluada como posible caso de ébola. En este caso, dado el historial de la mujer, que había atendido a los dos enfermos repatriados, se podía haber actuado de otra manera, opinó Simón.

El responsable sanitario ha afirmado que la paciente ha permitido establecer una lista de contactos. "Pero el objetivo no es únicamente ella, sino todas las personas que la rodearon y los que atendieron a los pacientes", ha añadido Simón."Existe la posibilidad de que alguno de sus contactos pueda estar infectado. Eso no implica un riesgo para la población, pero tenemos que garantizar que esta misma situación no se vuelva a producir. Esto no puede volver a suceder", ha destacado.




"Lo más importante en este momento es encontrar a todos los contactos" de la auxiliar de enfermería contagiada de ébola, ha asegurado esta mañana la directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa. "Se van a poner todos los medios, como no puede ser de otra manera", ha añadido durante una comparecencia en el Congreso pedida antes de conocerse este caso, el primero en todo el mundo de un contagio de ébola fuera de África. Vinuesa ha asegurado que la Comunidad de Madrid, que tiene las competencias sanitarias, "está haciendo seguimiento para evaluar todos los contactos y hacer una lista". "Me consta que trabajan de manera intensa", ha añadido.

La directora ha detallado en qué consistieron las dos ocasiones en las que la auxiliar entró a la habitación del enfermo. En un caso fue para hacer "un cambio de pañal" y en otro, tras el fallecimiento, para "la recogida de material". "Entró con el equipo de protección; la Comunidad de Madrid tiene un registro pormenorizado de cada entrada y un controlador externo que vigila cómo se visten y se desvisten los profesionales", ha añadido. "Se está investigando el mecanismo de infección".

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