El suero de convaleciente representa el plasma con anticuerpos derivado de la sangre de personas que se recuperaron tras contraer la enfermedad.
Dicho método fue desarrollado en los años 80 del siglo XIX, y en 1901 le supuso el Premio Nobel al investigador alemán Emil von Behring por sus éxitos en el tratamiento de la difteria y el tétano.
Se aplicó exitosamente el siglo pasado para prevenir y tratar enfermedades como el sarampión y la hepatitis. Últimamente un científico en Hong Kong utilizó el suero de convaleciente para combatir el brote de SARS, alcanzando el 100% de recuperación sin efectos secundarios para los 70 pacientes que trataba.
Respecto al ébola, el portal 'Infowars' cita un estudio sobre el uso del suero de convaleciente que se realizó en ocho pacientes durante en 1995, cuando estalló un brote de ébola que afectó a 316 personas y tenía una mortalidad del 80%. En aquel experimento siete de los ochos pacientes tratados con el suero sobrevivieron.
El que falleció ya no tenía fiebre, pero había sufrido un ataque epiléptico y fue hallado sin vida bajo su cama con una lesión en la cabeza.
El estudio fue publicado en 1999, pero no ha recibido mucha atención desde entonces.
Durante el último brote la OMS calificó el método para el tratamiento del ébola de "prometedor" pero "no comprobado", y demandó más investigación.
Mientras tanto, en África la demanda de sangre de los supervivientes ha generado un mercado negro, que la OMS dice debe ser clausurado con la ayuda de los gobiernos.
Transgénico, no natural
En vez de derivar y distribuir suero de convaleciente, se está persiguiendo un enfoque artificial patentado como ZMapp, que usa anticuerpos de ratones, genéticamente modificados y desarrollados en una planta transgénica.
El ZMapp fue creado por una pequeña compañía apoyada por la DARPA, una agencia del Pentágono para el desarrollo de nuevas tecnologías, y que recibe financiación de Gates Foundation y la industria farmacéutica.
El suero ZMapp fue probado en 18 monos, y todos sobrevivieron.
Entre humanos fue administrado a tres pacientes liberianos y cuatro occidentales. Se desconoce si los liberianos también recibieron el suero de convaleciente, pero solo dos de los tres sobrevivieron.
De los cuatro occidentales, dos pacientes -Kent Brantley y Will Pooley- recibieron ambos sueros y se recuperaron. El sacerdote español Miguel Pajares fue inmunizado con ZMapp y murió.
Nancy Writebol recibió el ZMapp, pero no el suero de convaleciente. Experimentó alergia al ZMapp y le redujeron la dosis.
Resulta que de los dos pacientes que solo recibieron el ZMapp, el nivel de recuperación ha sido únicamente del 50%.
Sin embargo, el ZMapp es el único suero contra el ébola aprobado para la producción.
Para el momento en que se alcance un nivel de producción suficiente del ZMapp, el virus adquirirá una escala global, considerando los actuales niveles de infección en África.
Dentro de dos meses el ébola podría afectar al 15% de la población de los actuales países donde existe el brote, recordando que ahora es del 5%.
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