En julio de 2015 podremos echarle un vistazo al planeta enano Plutón, otrora considerado uno más de los planetas del sistema solar, un hecho que tiene a los científicos haciendo hipótesis sobre los nuevos hallazgos que se vienen y podrían cambiar la visión que teníamos hasta ahora sobre el lejano objeto transneptuniano.
Una de las ideas que tiene mejor aceptación es que la colisión que ayudó a formar a Plutón y su satélite mayor, Caronte, calentó el interior del planeta enano lo suficiente como para albergar un océano interior líquido, lo que también le otorgaría al pequeño mundo un sistema de placas tectónicas como el de la Tierra.
“Predecimos que cuando New Horizons arribe a su destino, verá evidencia de un ‘tectonismo’ ancestral”, dijo Amy Barr, de la Universidad de Brown, quien junto a Geoffrey Collins ha publicado un nuevo artículo en la revista astronómica Icarus. Y por “ancestral”, Barr se estaría refiriendo al primer billón de años de la historia de nuestro sistema solar.
¿Antifreeze?
Barr y Collins modelaron un sistema de Plutón-Caronte basado en la noción que la colisión inicial entre los dos cuerpos generó el calor suficiente para calentar y derretir el interior de Plutón, creando así un océano que ha sobrevivido bajo una corteza de hielo.
“Una vez que el océano se ha creado en un cuerpo congelado, es difícil que desaparezca”, dijo Barr. Eso se debe a que la mayoría del océano se congela mientras que las porciones restantes de líquido se nutren con sales y amoníaco —lo cual actúa como anticongelante. Lo que viene después, es que dicha masa de agua es la responsable por la formación de placas tectónicas en la superficie del planeta.
“Una de las cosas que sabemos es que el impulso angular se conservará a medida que el sistema evoluciona”, aclara Barr. Con este hecho en mente, los científicos simularon escenarios sobre la órbita de Caronte posterior a la colisión, dado que nadie sabe cuándo se formó este satélite. Luego en cada escenario observaron cómo la órbita de Caronte gradualmente migraba afuera —igual que cómo llegó la Luna a su posición respecto de la Tierra.
Cuando Plutón y Caronte estaban más cerca y aún calientes, ejercían mayor presión uno sobre el otro, teniendo en consecuencia forma de huevo. Pero cuando Caronte se alejó, Plutón se volvió esférico. Para lograr este cambio de forma, la superficie tuvo necesariamente que romperse y crear fallas tectónicas.
Pero… ¿logrará la sonda New Horizons ver estas fallas? Según Jeffrey Moore, líder del equipo de imágenes geológicas y geofísicas de la misión de la NASA, será muy probable.
“De hecho, nos sorprendería no ver ninguna evidencia de tectonismo”, dijo Moore.
La misión destinada a explorar Plutón y sus satélites, está equipada para proporcionarnos vistas mejores a los 100 metros por pixel en algunos lugares, por lo que las oportunidades de observar las singulares características mencionadas serán más que favorables.
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