domingo, 27 de abril de 2014

Cómo hacer un masaje con piedras calientes

La técnica de masaje con piedras calientes es un método para ayudar al cuerpo a calmar dolores de espalda, mejorar la circulación o combatir el estrés y la ansiedad.

Esta terapia consiste en un masaje realizado alternando piedras calientes con piedras frías, aumentando la energía y reduciendo el cansancio físico o psicológico. Esta técnica se realiza además con tratamientos de aromaterapia y música relajante, de esta forma el paciente se sumerge en un estado de descanso y relax absoluto. Antes de realizar el tratamiento es importante preparar la piel eliminando las células muertas, de este modo el tratamiento será mucho más efectivo.

Tipos de piedras y modo de aplicarlas

Las piedras calientes aumentan la circulación sanguínea, relajan el cuerpo y producen sudoración, eliminando así las toxinas del cuerpo. Son de origen volcánico y su color es casi negro. La temperatura que alcanzan las piedras es de cincuenta grados centígrados y se calientan en un recipiente preparado con agua a unos cuantos grados más.

Las piedras frías se utilizan en la última parte del tratamiento y sirven para reconfortar el cuerpo y equilibrar la temperatura. Suelen ser de mármol y lo ideal es que no sean fabricadas de forma artificial, sino que sean naturales, de las que se encuentran en los ríos o campo. La forma de enfriarlas es mediante agua con hielo y su color es blanco.

Beneficios de la terapia con piedras calientes

Hay dos formas o dos etapas en el masaje: realizando presión con las piedras en lugares determinados del cuerpo, que se denominaría estática; y deslizando las piedras mediante aceite y un masaje orientado con ellas, por el especialista, que se llamaría dinámica. El masaje suele durar, aproximadamente, una hora, y suele realizarse semanalmente, o bien una o dos veces al mes. Este tipo de terapia se puede realizar en todo el cuerpo, pero las zonas clave para realizarlo son cabeza, espalda, manos, muslos y pies.

La terapia con piedras calientes ayuda al fortalecer los tejidos del cuerpo y es muy beneficioso para curar algunos dolores. El deslizamiento de las piedras calientes sobre el cuerpo produce un paliativo instantáneo y una relajación total del cuerpo y la mente. También ayuda a combatir el estrés y a disminuir las inflamaciones musculares, así como a activar la circulación sanguínea. Este tipo de terapia tiene unos resultados muy similares a un masaje profundo, pero se tarda menos tiempo en obtenerlos.



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