Como señalan los astrónomos, se trata de la estrella joven de tipo espectral K2, que surgió hace alrededor de diez millones de años. Este sistema estelar fue descubierto en la banda de infrarrojos en la primera década del siglo XXI, ya que su disco protoplanetario grueso de gas y polvo bloqueó la luz en el espectro visible. Melis y sus colegas llevaron a cabo una serie de observaciones de esta luminaria en el período entre 2008 y 2010 con ayuda de un espectrógrafo infrarrojo conectado con el telescopio del Observatorio Gemini en Chile y con el telescopio espacial WISE. Las primeras observaciones mostraron el resultado esperado: la fuerte radiación térmica que iba de la materia calentada hasta los 450 grados Kelvin. No obstante, ocho meses después los astrofísicos se sorprendieron al registrar un fuerte descenso en la intensidad de la radiación infrarroja. Primero su intensidad disminuyó en un tercio y en dos años de observación se redujo en más de 30 veces.
Según los autores del artículo, esto significa que la densidad de las partículas de polvo en la nebulosa ha disminuido drásticamente. Los actuales modelos de formación planetaria no pueden explicar esta inesperada desaparición del disco protoplanetario, constatan los científicos.
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