Los sueños conscientes ocurren cuando el  soñante se da cuenta que sueña en medio de su sueño. “Espera un momento,  ¡esto es sólo un sueño!” La mayoría de los soñantes se despiertan una  vez que se dan cuenta que sólo están soñando. Otros soñantes han  desarrollado la habilidad de permanecer en el estado consciente de  soñar. Pueden incluso llegar a ser participantes activos en su sueño,  tomar decisiones en sus sueños e influir en el resultado de su sueño sin  despertar.
Las leyes de la física y las de la  sociedad se derogan en los sueños. Los límites sólo son los de tu  imaginación. Se desperdicia mucho el potencial de sueños porque las  personas no reconocen que sueñan.
Cuando no estamos lúcidos en un sueño,  pensamos y nos comportamos como si estuviéramos despiertos en realidad.  Esto puede llevar a frustración vana, confusión y desperdicio de  energía, y en mucho peor caso, pesadillas espantosas. Nuestro esfuerzo  por dar un resultado así ansiedad sueña con fechas tope, exámenes que se  olvidan, perdidas de cualquier manera, y así sucesivamente. Los sueños  de Ansiedad y las pesadillas se pueden superar gracias al sueño lucido,  porque si sabes que sueñas, no tienes nada temer. Las imágenes del sueño  no pueden herirte. Los sueños lúcidos, además te ayudan a llevar tus  sueños en direcciones que te satisfagan, disfrutar aventuras  fantásticas, y superar pesadillas, pueden ser herramientas valiosas para  tener éxito en tu vida despierta. Los soñadores lúcidos pueden emplear  deliberadamente el potencial natural de la creatividad para resolver  problemas e inspiración artística. Atletas, ejecutantes, o alguien que  da presentaciones puede preparar, practicar y pulir sus ejecuciones  mientras duermen. Esto es sólo una de las muchas maneras en la que el  sueño lucido puede ser empleado para mejorar sus vidas.
Hay varios métodos de inducir los Sueños  lúcidos. El primer paso, indiferente del método, está en desarrollar tus  cualidades para recordar tus sueños hasta que puedas recordar por lo  menos un sueño por noche. Entonces, si tienes un sueño lúcido lo  recordarás. Te volverás también muy familiar con tus sueños, haciendo  más fácil aprender a reconocerlos mientras pasan. Si recuerdas tus  sueños, puedes empezar inmediatamente con dos técnicas simples para  estimular a los Sueños lúcidos. Los Soñadores lúcidos hacen un hábito de  “comprobación de la realidad.” Esto significa investigar el ambiente y  decidir si sueñas o estas despierto. Preguntarte muchas veces por día,  “¿Estaré soñando?”. Entonces, prueba la estabilidad de tu realidad  presente leyendo algunas palabras, mirando lejos y mirando a tras  mientras tratas de cambiarlos. La inestabilidad de los sueños es la  pista más fácil para distinguir la realidad y el sueño. Si las palabras  cambian, sueñas. Tomando siestas es una manera con la que puedes  aumentar gradualmente tus oportunidades de tener sueños lúcidos. Tienes  que dormir bastante en la siesta para entrar en REM. Si tomas la siesta  en la mañana (después de haberte despertado más temprano de lo usual),  estás probablemente entrando en fase REM en una media hora a una hora  después de que te duermes.
Si tú siesta es de 90 minutos a 2 horas  tendrás suficientes sueños y una probabilidad más alta de tener un  adecuado sueño lúcido que en los sueños que tienes durante el sueño de  un noche normal. Enfoca tu intención de reconocer que tú sueñas cuando  te duermes durante la siesta.
Inicialmente, los principiantes tienen  dificultad para descansar en el sueño después de que logran lucidez.  Este obstáculo hace que muchas personas desprecien el valor del sueño  lúcido, porque no han experimentado más que el destello del conocimiento  de que se encuentran soñando, seguido del despertar inmediato. Dos  técnicas simples pueden ayudarte a superar este problema. Lo primero es  crear calma en el sueño. El propio sueño lúcido excita, pero expresar la  excitación puede despertarte. Suprime tus sentimientos un poco y vuelve  tu atención al sueño. Si el sueño muestra señales de fin, tal como la  desaparición, pérdida de claridad o profundidad de la imaginación, “dar  vueltas” puede ayudar a hacer retroceder al sueño. En cuanto el sueño  comienza a “desvanecerse,” antes de sentir realmente tu cuerpo en la  cama, gira a tu cuerpo del sueño como encima. Esto es, dando vueltas  como cuando un niño trata de crearse un mareo (probablemente no te  marearas durante el sueño porque tu cuerpo físico no da vueltas).  Recuerda, “La próxima escena será un sueño.” Cuando tú pares de dar  vueltas, si no es obvio que estás soñando, haz una prueba de realidad.  Aun cuando piensas que estás despierto, te puedes sorprender del  hallazgo ¡que todavía sueñas!