Es importante mencionar que en la mayor parte del hemisferio norte, este invierno las temperaturas se situaron en los niveles más altos de lo normal. El hecho es el siguiente: el calentamiento global no es algo imaginable. No es una amenaza para el futuro, ya es una realidad: escasez de agua, inundaciones y sequías ya están afectando a grandes territorios por todo el planeta.
Así, de acuerdo con el último informe del Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales de la NASA (GISS, por sus siglas en inglés) enero del 2016 ha sido el más cálido de todos los eneros registrados con un promedio récord de 1,3 °C, superando en 0,95 °C a la máxima histórica alcanzada en enero del 2007.
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