¿Y si sólo es la idea fantasiosa de un guión? En realidad, la idea de que nuestro universo podría ser una simulación en tres dimensiones ha sido abordada por varios científicos.
Por supuesto, esta idea es alucinante, pero al final es sólo una manera de intentar describir uno de los mayores misterios que está delante de nuestros ojos y que se puede resumir en una simple pregunta: ¿qué es la realidad?
Según algunos científicos eminentes, la realidad que tenemos ante nuestros ojos puede ser el resultado de una elaborada simulación holográfica programado en un superordenador de una civilización de seres mucho más avanzada que la nuestra.
Si esta sospecha habita en nuestra mente, ¿habrá una manera práctica de averiguar si esto es cierto? ¿Y quien podría haber sido capaz de crear un plan tan inquietante y, sobre todo, con qué fines? Por último, ¿sería posible escapar de este universo – la Matrix?
El físico Alain Aspect realizó un experimento de gran interés para demostrar que la red de las partículas subatómicas que componen nuestro universo – la llamada tela de la realidad - tiene lo que parecen ser propiedades holográficas innegables.
Además, de acuerdo con la teoría propuesta por Robert Lanza (autor del libro ”biocentrismo” – Cómo la vida y la conciencia son las claves para entender la verdadera naturaleza del Universo - “biocentrismo” – Como la vida y la conciencia son las claves para entender la verdadera naturaleza del Universo ), la muerte puede ser sólo una ilusión, una experiencia sensorial de salida del universo holográfico.
Un pensamiento filosófico antiguo
Platón, el filósofo griego más importante del periodo clásico, ideó un intrigante relato – el mito de la caverna – a través del cual él trató de explicar su idea acerca de la naturaleza de la realidad. El filósofo griego estaba convencido de que nuestro mundo, el universo y todo, no era más que una copia difuminada de la verdadera realidad, llamado Iperuranio (más allá de los cielos).
Según Platón nosotros sólo observamos proyecciones del mundo que son meras apariencias de las esencias.
Por lo tanto, lo que consideramos que es la realidad, no es más que una ilusión. El hombre será capaz de conocer la verdadera naturaleza del universo, sólo cuando su alma vuelva al iperuranio, un lugar donde podrás conocer las cosas como son.
Pero supongamos por un momento que vivimos en una simulación, y nuestra realidad no es más que una ilusión. Desde nuestra experiencia sensorial, podriamos considerarnos una especie avanzada. Sin embargo, tenemos un conocimiento muy limitado del mundo que nos rodea.
Basta con pensar que no tenemos el poder de percibir el infrarrojos, o una ecografía. ¿Cuántas otras cosas están más allá de nuestros sentidos? ¿Como explicar fenómenos como la materia oscura o la energía oscura o los agujeros negros?
Nick Bostrom, Profesor de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Oxford y director fundador del Instituto para el Futuro de la Humanidad y el Programa de Impacto de las Futuras Tecnologías en Oxford Martin School, hace unos años, nos presento lo que se ha llamado “Hipótesis de Simulación” que sigue siendo una fuente de un amplio debate entre los científicos.
Poniendo un paréntesis a la parte matemática de la teoría, Bostrom comienza su reflexión con la suposición de que las civilizaciones futuras tendrán suficiente potencial de cálculo y conocimientos avanzados de informática para ser capaz de crear una simulación avanzada de la vida humana.
La simulación sería habitado por seres programados con tal complejidad como el ser consciente y tener el mismo tipo de experiencias que tenemos. Los cerebros simulados, serían una parte integral de este universo matrix.
En su caso, Bostrom no hace predicciones sobre el tiempo que se necesita para desarrollar esta habilidad. Algunos futuristas creen que esto podría suceder en los próximos 50 años. “Pero incluso si fuera a tomar 10 millones de años, esto no hace ninguna diferencia al argumento”, dice el mismo Bostrom en su artículo ”¿Vivimos en una simulación por ordenador?”.
Nuestro universo tiene una edad entre 14 y 16 mil millones de años, así que es probable que una civilización anterior a la nuestra, mucho más avanzada, ha sido capaz de lograr tal simulación sofisticado en el que nos encontramos.
Bostrom es consciente, no obstante, su idea no es demostrable, aunque sólo sea por el hecho de que tenemos tan poca información acerca de la realidad que es imposible determinar si esta hipótesis es verdadera o falsa. Si fuera cierto, “las leyes descubiertas por Copérnico, Darwin, Einstein y otros, sería una descripción sensible de la operación de la realidad simulada. Estas leyes pueden o no pueden ser idénticas a las que operan en el nivel más fundamental de la realidad, es decir, fuera del equipo que ejecuta nuestra simulación”
Pero, ¿por qué una civilización avanzada crearía un mundo virtual?
Según Bostrom, puede haber un experimento científico, con el objetivo de estudiar la epoca tecnológicamente más primitivas. Pero peor aún, podría ser un juego virtual para nuestros diseñadores, desarrollado con el mismo espíritu con el que jugamos “Los Sims”! Es realmente imposible decir.
Pero, ¿se puede saber si realmente estamos viviendo en una simulación?
Si los programadores de la matrix del universo no quiere que sepamos que nuestra realidad es una simulación, tal vez nunca vamos a entenderlo. Pero si se deciden decirnos la verdad, seguro que, tarde o temprano, se revelará. Cualquier día, mientras camines por la calle, puede que aparezca un pop-up justo ante tus ojos con las palabras “Esto es una simulación. Haga clic aquí para más información!”
En verdad, la pregunta podría ser más intrigante. Suponiendo que somos unas mentes simuladas, el hecho de hacernos preguntas sobre la naturaleza de la realidad que ofrece el programa, ¿se trata de un error o de una evolución no prevista por los arquitectos?
Algunos pensadores de carácter más espiritual, han sugerido que lo que nos parece ser una simulación, podría ser sólo la forma de operar del arquitecto (la gran mente que procesa la realidad y algunos lo identifican con la palabra Dios).
En este caso, las preguntas existenciales que habitan en la mente del hombre – que somos, cual es el propósito de nuestra vida, qué es la realidad y si hay cosas después de la muerte – sería la parte más importante de nuestra programación, en efecto, la finalidad principal y no un error o una simple evolución no prevista. Si es así, tal vez la humanidad está más orientado a la dimensión de la experiencia “existencial ” de la vida que el material, que como lo simulado, no es más que una ilusión.
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