viernes, 28 de abril de 2017

TRAPPIST 1 reúne condiciones para que la vida se inocule entre mundos



Bacterias o microorganismos unicelulares podrían viajar a través de los planetas del recién descubierto sistema TRAPPIST-1, que alberga tres mundos considerados potencialmente habitables.   

 En investigaciones publicadas en Astrophysical Journal Letters, Sebastiaan Krijt y otros científicos de la Universidad de Chicago concluyen que esta clase de organismos tienen capacidad de sembrar la vida entre exoplanetas adyacentes como los del sistema revelado a 40 años luz.    

"Es probable que haya un intercambio frecuente de materiales entre planetas adyacentes en el muy apretado sistema TRAPPIST-1", dijo Krijt, autor principal del estudio. "Si alguno de esos materiales contiene la vida, es posible que pudiera inocular otro planeta con vida".    

 Para que esto suceda, un asteroide o cometa tendría que golpear a uno de los planetas, lanzando escombros en el espacio lo suficientemente grandes para aislar la forma de vida de los peligros del viaje espacial. El material tendía que ser relativamente corto para que la forma de vida pudiera sobrevivir. 

   Los investigadores realizaron varias simulaciones para TRAPPIST-1 y encontraron que el proceso podría ocurrir durante un período tan corto como 10 años. La mayoría de la masa transferida entre los planetas sería lo suficientemente grande como para que la vida soportase la irradiación durante la transferencia y el calor durante la reentrada se expulsaría justo por encima de la velocidad de escape, concluyeron.

"Dado que los sistemas planetarios fuertemente compactados se están detectando con más frecuencia, esta investigación nos hará replantearnos lo que esperamos encontrar en términos de planetas habitables y la transferencia de vida -no sólo en el sistema TRAPPIST-1, sino en otros lugares", dijo en un comunicado Fred Ciesla, profesor de ciencias geofísicas y coautor del artículo. "Debemos pensar en términos de sistemas de planetas en su conjunto, y cómo interactúan, en lugar de en términos de planetas individuales".    

"El campo relativamente nuevo de la exoplanetología está explotando y siendo considerado más seriamente que nunca", dijo Ciesla. "Si tomamos el sistema solar como un modelo, nunca podríamos haber imaginado las cosas que estamos encontrando, como el reciente descubrimiento de un planeta que orbita dos soles".

El avance ahora no es tanto descubrir nuevos exoplanetas sino caracterizarlos, determinar cómo evolucionaron y entender cómo interactúan, dijo Krijt.    

Los sistemas exoplanetarios sirven como laboratorios para ayudar a los científicos a comprender el sistema solar, dijo Ciesla, señalando que 40.000 toneladas de desechos espaciales caen a la Tierra cada año. "Material de la Tierra debe estar flotando por ahí, también, y es concebible que una parte podría llevar vida. Algunas formas de vida son muy robustas y podrían sobrevivir a los viajes espaciales".

No hay comentarios:

Publicar un comentario