Esto no se trata de una copia de la novela de H. G. Wells “La máquina del tiempo” y tampoco es parte del guion de la última superproducción de Hollywood. Es la historia real de Ronald Mallett, un profesor de física de la Universidad de Connecticut, quien cree tener la clave para la construcción de la primera máquina del tiempo, con el único objetivo de enviar un mensaje a su padre en 1955 y así salvarle la vida.
Alterando el espacio-tiempo
En 1956, Ronald leyó la novela de ficción del escritor británico H. G. Wells “La máquina del tiempo (The Time Machine)”, y descubrió la idea de que el tiempo es como una especie de espacio en el que las personas pueden ir hacia adelante y hacia atrás. Pero Ronald fue capaz de combinar esta idea y la teoría de la relatividad de Albert Einstein. Así es como comenzó el sueño del profesor de física, basándose en que si la gravedad puede cambiar el tiempo y la luz, entonces la luz puede crear gravedad y también alterar el tiempo.
“Los científicos saben muy bien que el tiempo es sólo un tipo de espacio y podemos avanzar y retroceder en el tiempo al igual que en el espacio”, dijo Ronald.
Por desgracia Ronald ha tenido que ocultar su investigación sobre viajes en el tiempo durante muchos años por miedo a ser ridiculizado por sus propios colegas, un hecho que la impedido llegar a otras personas que podrían haber sido capaces de ayudarlo. Ahora el profesor de 69 años, ha decido sincerarse con el mundo, aunque aún no ha podido comunicarse con su padre. Pero está seguro de haber descubierto la clave, una ecuación.
Enviando mensajes al pasado
Físicamente, el diseño de la máquina del tiempo de Ronald será un túnel de circulación de la luz donde la información sería enviada al pasado a través de los neutrones. Para la construcción de la maquina cuenta con la ayuda de Chandra Roychoudhuri, un físico que diseñó el prototipo compuesto por una serie de anillos de rayos láser apilados que circulan alrededor de un tubo de vidrio. Ronald explica que debido a que las partículas subatómicas giran en sólo dos direcciones, ya sea arriba o abajo, una persona podrá enviar un código binario con un flujo de giros de neutrones.
Sin embargo, la máquina solo podría recibir mensajes desde el futuro ya que la línea de tiempo comenzará a partir de su construcción. Ronald no sería capaz enviar ningún mensaje a su padre en 1955. A pesar de esta pequeña limitación, el profesor está buscando una financiación inicial de $ 250.000 (unos 230.000€) para construir la maqueta que podría estar lista en cinco años.
“Cuando la primera máquina del tiempo este activada, nuestros descendientes podrán ponerse en contacto con nosotros, pero será imposible comunicarnos con nuestros antepasados”, explicó Ronald.
Y esta teoría podría explicar el por qué aún no hemos podido viajar en el tiempo, debido a que la primera máquina del tiempo a escala humana aún no ha sido construida. Por otra parte, el envío de seres humanos a través del tiempo es otro tema, aunque no evita que el invento de Ronald pueda llegar a ser un gran avance científico de una importancia inimaginable.
“Imagina por un momento la posibilidad de enviar información al pasado para advertir a nosotros mismos de desastres naturales como tsunamis, terremotos y huracanes”, dijo Ronald. “Entonces seríamos capaces de salvar miles de vidas.”
Algunos dicen que no es posible
Como era de esperar, su teoría ha sido objeto de críticas por parte de algunos miembros de la comunidad científica. El profesor Brian Greene, de la Universidad de Columbia, cree que la teoría de Ronald no llegará a funcionar nunca. Otro crítico, Ken Olum, profesor cosmología de la Universidad de Tufts, añade que una máquina de este tipo tan sólo podría ser construida con tecnología avanzada no disponible en la actualidad.
Independientemente de lo que piense cada uno, la historia de Ron ha llamado la atención tanto dentro como fuera de la comunidad científica. El director de cine Spike Lee ha terminado un guion basado en el libro de Ronald Mallett “Viajero del Tiempo: Misión personal de un científico para hacer realidad los viajes en el tiempo (Time Traveler: A Scientist’s Personal Mission to Make Time Travel a Reality). Aunque todo parece indicar que Ronald no podrá cumplir su promesa personal, el físico teórico está convencido de que conseguirá dar al mundo la posibilidad de determinar su destino a través de viajes en el tiempo.
“Incluso después de todos estos años todavía pienso en él todos los días”, dijo Ronald. “Él es la razón de quien soy y lo que soy. Es decir, un físico teórico que le gustaría dar al mundo la posibilidad de determinar nuestro destino a través de viajes en el tiempo.”
Pero la realidad es que no importa lo que opinen algunos científicos, el tiempo dirá. Pero tenemos que recordar que la comunidad científica no tiene la verdad absoluta, y que a lo largo de nuestra historia muchos grandes investigadores y científicos fueron señalados y tratados como locos, simplemente por tener ideas revolucionarias.
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