Según un estudio los expertos prevén que el peso de las moléculas que la consisten pueda ser menor y equivaler al 0,02% de la masa de un electrón. Mientras estas moléculas no interactúan con la luz, entran en contacto recíproco con la materia ordinaria. Se considera que estas partículas no pueden penetrar en la atmósfera de la Tierra y ser identificadas por los detectores.
El equipo de investigadores se dispone a seguir buscando estas moléculas: los resonadores MIQRO (por sus siglas en inglés) investigarán en detalle el fenómeno cuántico. El fin de este ensayo es determinar si la corriente de materia oscura es capaz de alterar la posición de una nanopartícula ubicada en el espacio.
"Este trabajo combina diferentes ámbitos de la física moderna como la física de partículas, la astronomía de rayos-X y la óptica cuántica. A la vez la materia oscura es uno de los problemas irresueltos hoy en día y esperamos que la suposición sobre la masa de sus moléculas pueda incentivar otras teorías e investigaciones", opina James Bateman, astrónomo de la Universidad de Southampton.
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