© NASA
La aplicación cuenta con etiquetas numéricas de magnitudes astronómicas.
La aplicación cuenta con etiquetas numéricas de magnitudes astronómicas.
Si alguna noche sale a contemplar las estrellas no olvide su iPhone, iPad o iPod Touch, ya que usted podría ayudar a la NASA a descubrir la entrada de meteoritos que la agencia espacial no podría monitorear: cada día, en promedio, más de 40 toneladas de meteoritos de diferente magnitud golpean nuestro planeta. La aplicación gratuita Meteor counter (Contador de meteoros) está diseñada con el fin de aprovechar la capacidad de los científicos aficionados para seguir el rastro de meteoritos.
Los trozos más grandes de asteroides y escombros de cometas que ingresan a nuestra atmósfera producen decenas de bolas de fuego cada noche en todo el mundo. Algunas son lo suficientemente grandes como para bombardear el suelo con meteoritos reales.
“Con nuestra aplicación, gente de todo tipo puede contribuir para llevar a cabo una auténtica investigación de la NASA”, señala Bill Cooke, de la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides, de la NASA, que patrocinó el proyecto.
“Los datos nos ayudarán a descubrir nuevas lluvias de meteoros, a localizar estelas de restos de cometas y a confeccionar mapas de la distribución de meteoritos alrededor de la órbita de la Tierra”.
Teclas de Piano
El Meteor counter funciona mediante una interfaz intuitiva, como “de teclas de piano”. Cada vez que vea un meteoro, simplemente pulse la tecla correspondiente a su brillo. Las teclas de la izquierda corresponden a los meteoros que tienen una luz tenue (apenas visibles a simple vista); las teclas de la derecha representan asombrosas bolas de fuego.
Cada vez que se presiona una tecla, el Meteor guarda los datos importantes, por ejemplo la hora en la cual usted vio el meteoro, la magnitud del meteoro y la localización del observador.
Luego, estos datos son descargados automáticamente para que los investigadores de la NASA puedan proceder a su análisis.
El Meteor Counter está diseñado para todo tipo de observadores, que van desde expertos con experiencia en observaciones de meteoros de alta calidad científica hasta los observadores que ven por primera vez el cielo y que quizás nunca vieron un meteoro con anterioridad. “Lo maravilloso de nuestra aplicación es que ésta gradualmente transforma a los novatos en expertos”, dice Cooke.
Los trozos más grandes de asteroides y escombros de cometas que ingresan a nuestra atmósfera producen decenas de bolas de fuego cada noche en todo el mundo. Algunas son lo suficientemente grandes como para bombardear el suelo con meteoritos reales.
“Con nuestra aplicación, gente de todo tipo puede contribuir para llevar a cabo una auténtica investigación de la NASA”, señala Bill Cooke, de la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides, de la NASA, que patrocinó el proyecto.
“Los datos nos ayudarán a descubrir nuevas lluvias de meteoros, a localizar estelas de restos de cometas y a confeccionar mapas de la distribución de meteoritos alrededor de la órbita de la Tierra”.
Teclas de Piano
El Meteor counter funciona mediante una interfaz intuitiva, como “de teclas de piano”. Cada vez que vea un meteoro, simplemente pulse la tecla correspondiente a su brillo. Las teclas de la izquierda corresponden a los meteoros que tienen una luz tenue (apenas visibles a simple vista); las teclas de la derecha representan asombrosas bolas de fuego.
Cada vez que se presiona una tecla, el Meteor guarda los datos importantes, por ejemplo la hora en la cual usted vio el meteoro, la magnitud del meteoro y la localización del observador.
Luego, estos datos son descargados automáticamente para que los investigadores de la NASA puedan proceder a su análisis.
El Meteor Counter está diseñado para todo tipo de observadores, que van desde expertos con experiencia en observaciones de meteoros de alta calidad científica hasta los observadores que ven por primera vez el cielo y que quizás nunca vieron un meteoro con anterioridad. “Lo maravilloso de nuestra aplicación es que ésta gradualmente transforma a los novatos en expertos”, dice Cooke.
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