Diente de 7 millones de años revela que homínidos no se extinguieron en Europa hace 9 millones.
Un grupo internacional de científicos de Alemania, Bulgaria y Francia descubrieron en la ciudad búlgara de Chirpan un premolar que correspondería a un antepasado del hombre que habitó Europa hace siete millones de años. Un hallazgo que revela que los homínidos sobrevivieron dos millones de años más en Europa de lo que postulan las actuales teorías, lo que obliga a revisar los consensos sobre la evolución humana en este continente y en Africa. Según los investigadores, que publican su descubrimiento en el Journal of Human Evolution, la data del diente convierte a este fósil en el más reciente hallado hasta ahora de un primate prehumano en el viejo continente.
Un sitial que hasta hoy tenía el mono macedoniensis Ouranopithecus de 9,2 millones, hallado en Grecia.
Fuera de Africa
Hasta ahora, la evidencia científica apuntaba a que los homínidos que existieron en Europa murieron y se extinguieron hace unos nueve millones de años, debido a las cambiantes condiciones climáticas y ambientales que afectaron entonces a este continente, que pasó de tener frondosos bosques de hoja perenne a un clima más del tipo sabana estacional. Eso redujo drásticamente los frutos, alimento fundamental para la sobrevivencia de nuestros antepasados.
Esa tesis, más múltiples registros fósiles y de ADN, avalan la teoría de que la evolución humana ocurrió exclusivamente en Africa, desde donde salieron los hombres modernos para poblar el resto del mundo.
Pero Madelaine Böhme, una de las coautoras del trabajo y profesora de antropología en la Universidad de Tubinga, dice que este hallazgo representa una de las primeras evidencias de que los homínidos que vivían fuera de Africa hace siete a nueve millones de años, pudieron contribuir a la evolución de los humanos modernos (Homo sapiens). ¿Cómo? Según explicó a Deutsche Welle, los análisis al diente encontrado muestran que el individuo al que perteneció comió pasto, semillas y nueces, es decir, que lejos de desaparecer, estos homínidos lograron adaptarse de manera eficiente al nuevo ecosistema que les tocó vivir.
Esa sobrevivencia -hasta ahora desconocida- podría llenar un vacío en el registro fósil en Africa que tiene escasos datos entre siete millones y 10 millones de años y de paso dar pie para postular que estos homínidos europeos vivieron en el viejo contienente en ese período y luego pudieron emigrar a Africa. “Ahora también es necesario replantear la ubicación del origen de los seres humanos”, dijo Böhme.
De hecho, el mismo tipo de alimentos que comía el homínido de Bulgaria se asocia con homínidos posteriores de Africa, como el australopithecus, que data de aproximadamente cuatro millones de años. “Estos eran los hábitos alimenticios para la supervivencia en un ambiente tipo sabana”, dice la experta.
Otro dato: junto al diente del homínido, los científicos encontraron restos de animales típicos de la sabana: varias especies de elefantes, jirafas, gacelas, antílopes, rinocerontes y tigres dientes de sable.
“Hasta ahora, la mayoría de los científicos cree que la evolución humana ocurrió exclusivamente en Africa y que los humanos emigraron de Africa a otros continentes. Pero hay una creciente evidencia, sin embargo, de que una parte significativa de la evolución humana ocurrió fuera de Africa, en Europa y Asia occidental”, dice.
Un sitial que hasta hoy tenía el mono macedoniensis Ouranopithecus de 9,2 millones, hallado en Grecia.
Fuera de Africa
Hasta ahora, la evidencia científica apuntaba a que los homínidos que existieron en Europa murieron y se extinguieron hace unos nueve millones de años, debido a las cambiantes condiciones climáticas y ambientales que afectaron entonces a este continente, que pasó de tener frondosos bosques de hoja perenne a un clima más del tipo sabana estacional. Eso redujo drásticamente los frutos, alimento fundamental para la sobrevivencia de nuestros antepasados.
Esa tesis, más múltiples registros fósiles y de ADN, avalan la teoría de que la evolución humana ocurrió exclusivamente en Africa, desde donde salieron los hombres modernos para poblar el resto del mundo.
Pero Madelaine Böhme, una de las coautoras del trabajo y profesora de antropología en la Universidad de Tubinga, dice que este hallazgo representa una de las primeras evidencias de que los homínidos que vivían fuera de Africa hace siete a nueve millones de años, pudieron contribuir a la evolución de los humanos modernos (Homo sapiens). ¿Cómo? Según explicó a Deutsche Welle, los análisis al diente encontrado muestran que el individuo al que perteneció comió pasto, semillas y nueces, es decir, que lejos de desaparecer, estos homínidos lograron adaptarse de manera eficiente al nuevo ecosistema que les tocó vivir.
Esa sobrevivencia -hasta ahora desconocida- podría llenar un vacío en el registro fósil en Africa que tiene escasos datos entre siete millones y 10 millones de años y de paso dar pie para postular que estos homínidos europeos vivieron en el viejo contienente en ese período y luego pudieron emigrar a Africa. “Ahora también es necesario replantear la ubicación del origen de los seres humanos”, dijo Böhme.
De hecho, el mismo tipo de alimentos que comía el homínido de Bulgaria se asocia con homínidos posteriores de Africa, como el australopithecus, que data de aproximadamente cuatro millones de años. “Estos eran los hábitos alimenticios para la supervivencia en un ambiente tipo sabana”, dice la experta.
Otro dato: junto al diente del homínido, los científicos encontraron restos de animales típicos de la sabana: varias especies de elefantes, jirafas, gacelas, antílopes, rinocerontes y tigres dientes de sable.
“Hasta ahora, la mayoría de los científicos cree que la evolución humana ocurrió exclusivamente en Africa y que los humanos emigraron de Africa a otros continentes. Pero hay una creciente evidencia, sin embargo, de que una parte significativa de la evolución humana ocurrió fuera de Africa, en Europa y Asia occidental”, dice.
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