El número de meteoritos avistados últimamente va en aumento. Esto es debido a la aproximación del Planeta X. Y el número de bolas de fuego y meteoritos irá aumentando cada vez más.
La basura espacial procedente de la cola del Planeta X entra en la atmósfera de la Tierra en forma de bolas de fuego o meteoritos. Cuando son eventos inusuales, suelen aparecer en los medios de comunicación, pero cuando empiezan a hacerse más habituales, pronto irán desapareciendo de las portadas.
Los testigos de este fenómeno afirman haber escuchado una explosión en el cielo, ver cómo se ilumina el cielo nocturno bajo su paso, zarandearse las ventanas…
Pero mientras vemos cómo aparecen en nuestro cielo, tampoco hay que olvidar que su paso puede, y de hecho afectará a los satélites que tenemos en órbita y que dejarán de funcionar correctamente durante los meses que preceden al reverso de los polos. Solo es cuestión de tiempo que nuestro mundo, basado en la tecnología, sufra un duro revés.
La enorme cola del Planeta X, compuesta principalmente de polvo de óxido de hierro magnetizado, está siendo lanzada lejos del Polo Norte del Planeta X, y por lo tanto hasta ahora apuntaba al Sol, y no a la Tierra, mientras el Planeta X luchaba por subir por encima de la Eclíptica y alinearse con el hemisferio sur del Sol.
Sin embargo, se supone que ese Polo Norte, durante el giro de 270º que hará el Planeta X cuando se coloque en posición, al lado del Sol, en una posición lo suficientemente fuerte como para detener la rotación de la Tierra días antes del reverso de los polos. Cuando el polo Norte empiece a hondear hacia la Tierra, sacudirá su enorme cola y la basura espacial caerá sobre la Tierra.
Si las bolas de fuego y meteoritos hasta ahora han sido un pasatiempo, pronto serán un evento diario en casi todo el mundo, por lo que dejarán de aparecer en los medios de comunicación.
El Planeta X actúa como un gran magneto para la nube de polvo cargada que forma una parte principal de la cola del planeta. En la actualidad, esta cola se encuentra apuntando más hacia la Tierra, por lo que la basura espacial irá cayendo cada vez más sobre nuestro planeta, atravesando nuestra atmósfera
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