El Gobierno central le ha respondido al diputado socialista Antonio Hurtado cuáles son las razones por las que la llamada avioneta fantasma, en realidad un Antonov de bandera ucraniana, suena tanto por las noches. Y no existe otra razón que por el interés técnico de la compañía.
Según la respuesta del Ejecutivo, el aparato tiene ya experiencia porque cuenta con 50 años de vuelo. Es un aparato turbohélice que se destina a cargas entre Inglaterra y Marruecos sin escala. Según los convenios internacionales, tiene asignada una aerovía, una especie de carretera del aire.
Por su configuración, según la respuesta, la llamada avioneta puede volar hasta a 28.000 pies de altura. Sin embargo, dada su baja velocidad, su disposición de carga y la trayectoria, lo que le conviene a sus pilotos es volar lo más bajo posible.
En esas condiciones, y dado que Córdoba se encuentra a unos 100 metros de altura, pasará a unos 6.300 metros de altura, en la franja más baja dentro de lo posible. De ahí el ruido.
Eso se explica porque vuela a 21.000 pies con el objetivo de alcanzar más fácilmente su destino. Esa forma de volar, explica el Gobierno al diputado socialista, no interfiere con los reactores que van mucho más rápido y vuelan a más altura.
Lo que plantea el Gobierno en su respuesta es que no se puede hacer nada porque se vuela conforme a los convenios y las normas vigentes.
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