El conocimiento sánscrito ancestral se encuentra preservado en los libros más antiguos de la humanidad: los vedas de la India. En ellos se habla de los logros tecnológicos de una civilización capaz no sólo del vuelo vehiculizado sino incluso de los viajes interplanetarios. Sin embargo, al igual que en nuestra industria contemporánea, estos avanzados logros estuvieron plagados de tecnologias destructivas.
El texto del Mahabarata detalla los efectos destructivos de la guerra nuclear con inconfundibles descripciones del hongo atómico y de las enfermedades asociadas a la radiación. Un texto que estuvo más allá de la comprensión moderna hasta los eventos de 1945 en Hiroshima y Nagasaki en Japón. Los restos derretidos de estas dos ciudades proporcionaron una nueva comprensión del destino de antiguas ciudades como Harrapa y Moenje-daro en Pakistán, las que evidentemente sufrieron una idéntica aniquilación nuclear hace miles de años, como lo demuestran los esqueletos aún radioactivos desperdigados por sus calles.
El complejo conocimiento técnico depositado en estas antiquisimas escrituras védicas ya ha producido importantes avances en la ciencia material, los cuales permiten vislumbrar los aspectos más profundamente velados de la antigua tecnología humana: el control de la gravedad. Textos sánscritos posteriores tales como el Vimana Sastra (citando a Lohatantra), Amsu Bodhini y el Kritaka Vajra Nirnaya contienen extensas formulaciones metalúrgicas de diversas aleaciones de oro, plata, cobre, zinc y hierro.
Basándose en los dictados de los textos y fórmulas del último Pandit Subbaraya Shastri de Anekal (1855-1940) los metalúrgicos indios contemporáneos han producido exitosamente aleaciones nuevas para la ciencia al seguir los antiguos manuales. El doctor C.S.R. Prabhu ha documentado numerosos redescubrimientos de este tipo de aleaciones en su texto ‘Metalúrgia India antigua’:
Tamogarbha Loha: ligera de peso, de color negro, resistente a los ácidos y ya producida en el laboratorio. Mostrá un alto nivel de absorción de la luz del láser. Esta aleación fue usada en ‘Tamo Yantra’ en el Vimaná Sastra con el objetivo de absorber la luz resultante de una reacción fotoquimica con lo cual se generaba ‘oscuridad’.
Pancha Loha: Una aleación de cobre, altamente maleable y resistente a la corrosión, la humedad y al agua salada (NaCl). Ya producida y caracterizada por poseer un color amarillo dorado (Hema Varnam).
Arama Tamra: Aleación de cobre, zinc, plomo y hierro absorbente de luz. Ya producida y de color amarillo dorado con tintes rojizos. Quebradizo, ligero y muy duro. Módulo de Young 16.9 (descrito en el texto sánscrito como ‘Dridham’).
La aplicación directa de estas nuevas aleaciones en el desarrollo de la tecnología del control gravitacional ha sido probada y documentada a nivel experimental por más de un grupo. Fran De Aquino, físico de la Maranaho State University en San Luis, Brasil, ha definido precisamente los efectos antigravitatorios observados en la levitación acústica de objetos electroluminiscentes:
De acuerdo con la forma débil del principio de equivalencia de la teoría de la relatividad general de Einstein las masas gravitacionales e inerciales son equivalentes… [Por el contrario] hemos mostrado que la masa gravitacional y la masa inercial se correlacionan por un factor adimensional, que depende de la radiación incidente sobre la partícula. Se mostró que únicamente en la ausencia de la radiación electromagnética este factor es igual a 1 y que puede ser reducido, nulificado o convertido en negativo a través de una radiación de frecuencia ultra baja (ELF).
Hemos estudiado la posibilidad de controlar la gravedad en materiales luminiscentes y hemos llegado a la conclusión de que los materiales electroluminiscentes con altos índices refractivos son una nueva y eficiente solución para la tecnología de control gravitacional.
La calcita es uno de tales materiales fluorescentes ultravioletas el cual fue usado extensivamente en la construcción de todas las pirámides del mundo. Los registros védicos antiguos de vimaná antigravitacional incluyen recetas para la elaboración de aleaciones de metales electroluminiscentes cuyas propiedades moleculares son idénticas a las de las piedras de las pirámides, al igual que su geometría octagonal de simetría axial. Si una vez se consiguieron los efectos antigravitacionales en las pirámides para aplicarlos al cuerpo humano y a la conciencia, que rango de infrasonido de frecuencias ultra bajas son biocompatible? El ritmo cardíaco, a una longitud de onda de 1.45 Hz de 765pies, equivale a la longitud de la base de la Gran Pirámide de Egipto. La palabra ‘pir-a-mide’, de origen griego, se basa en la palabra ‘piros’ o fuego. De lo cual resulta fuego en el medio’. Ardieron alguna vez plasmas biocompatibles en las cámaras interiores de la pirámide?
El Dr. Randall Mills ha escrito sobre el recientemente redescubierto estado de alta energía del hidrógeno. Mills ha desarrollado el proceso mediante el cual se liberan enormes cantidades de energía acumuladas dentro del propio átomo del hidrógeno. Este investigador ha descrito la física subyacente a esta nueva reacción química derivada del agua como plasmas de hidrino transferentes de resonancia, los cuales se comercializan para la generación de energía a través su empresa Blacklight Power, Inc. Una aplicación muy similar de esta novedosa reacción es conocida como gas HHO, y está disponible como una antorcha de plasma, capaz de sublimar cualquier material. Ambos reacciones de plasma basadas en el hidrógeno generan una intensa luz infrarroja y ultravioleta. Interesantemente, el ancho de banda de luz ultravioleta de la radiación producida está limitada a los rayos UV-A, beneficiosos para el cuerpo humano, mientras que los destructivos rayos UV-B y UV-C no se han detectado.
El proceso técnico mediante el cual se forman los plasmas HHO ha sido definido por los investigadores de la compañía Blacklight Power. Tal proceso involucra la ruptura de los enlaces moleculares del agua por medio de nanoparticulas de metal vaporizadas, lo que genera un vapor altamente cinético compuesto de átomos individuales de hidrógeno y oxígeno. Tal reacción no puede tener lugar en presencia de aire, por lo tanto se requiere de una cámara de vacío. Una vez el vapor HHO llena la cámara, éste es electrizado para convertirse en un plasma HHO generando energía al encoger los átomos de hidrógeno a una cuarta parte de su tamaño normal.
Esto logros científicos contemporáneos arrojan luz sobre las inusuales experiencias relatadas por el norteamericano ex-patriota el Dr. Raymod Bernard en Joinville, ciudad costera del estado brasilero de Santa Catarina. Una serie de contactos extraterrestres muy extraños comenzó mientras organizaba y vivía junto con una comunidad de vegetarianos en las afueras de la ciudad. Las llamadas de una voz estruendosa proveniente de una cima cercana impulsaron a un miembro de la comunidad de Bernard a investigar su origen. Eventualmente sólo encontró un pozo circular que, al ser medido con lianas dio una profundidad de unos cien metros. El investigador regresó con cuerdas suficientes para descender hasta el fondo:
Cuando llegué al fondo ingresé en un túnel, el cual recorrí por una distancia de unos 2000mts. Luego vi con mi linterna una puerta de piedra. Mientras miraba la puerta ésta súbitamente se abrió y vi a un hombre muy alto con un uniforme metálico, quien habló con una poderosa voz. Dijo que esta era la primera vez que alguien tenía el valor de adentrarse por el túnel. En un primer momento la poderosa voz de este hombre me asustó y quería huir, pero me llamó y me tranquilizó diciéndome que era un hombre pacífico y que nunca hacía daño a ninguna criatura viviente. Así que le pregunté quién era él para vivir en esa caverna.
“Soy un inca-atlante, el guardián de esta puerta”, respondió.
Me preguntó qué buscaba. Contesté que buscaba a mi raza, porque yo también era un inca. Pareció muy satisfecho al escuchar esto. Le dije que quería visitar su ciudad y que tenía un amigo norteamericano y mi esposa que también les gustaría ir y con mis hijos…
En la segunda visita al atlante éste dio una conferencia sobre la radioactividad y sus peligros. Afirmó que el polvo radioactivo en el aire estaba causando que los habitantes de la superficie envejecieran rápidamente, al acumularse en los poros de la piel e impedir su respiración. Dijo que los poros se contraen y expanden constantemente para tomar aire y expulsar la materia extraña. En una atmósfera de polvos de metal radioactivos estas sustancias obstruyen los poros e interfieren con las funciones vitales de respiración excreción. Esto provoca enfermedades y muertes prematuras.
El atlante me pidió acercarme a una pantalla transparente para realizar un intercambio sanguíneo para asegurarse de que guardaría el secreto de la locación del túnel y que no lo revelaría a nadie de poca confianza. Cuando estaba cerca de la pantalla plástica curva, otras pantallas aparecieron súbitamente de cada lado de la puerta y me circundaron, encontrándome dentro de las dos pantallas plásticas curvas. Luego pareció como si extrajeran todo el aire, dejando un vacío en el espacio en el que estaba entre las dos pantallas. Entonces, otro tipo de aire entró, parecía más ligero, más puro. Me hizo sentirme más fuerte y saludable. A continuación la puerta plástica interior se abrió y el atlántido metió una cápsula del tamaño de un hombre, hecha de una sustancia transparente, la cual sostenía sujetando dos asas, una a cada lado. Me indicó que ingresara a través de la puerta abierta. Después de estar dentro, la puerta se cerró automáticamente. Ahora la segunda puerta plástica se abrió y el atlántido sujetó ambas asas llevándome al otro lado del interior de la pantalla plástica, cuya puerta se abrió y cerró automáticamente.
Me dijo que no llevara a nadie indigno a ese lugar, ya que él lo sabría de antemano. Pregunté cómo. Respondió que con este aparato, al que llamaba ‘electrovisor’, podía observar lo que pasaba en cualquier parte del mundo. Si una persona indigna se acercaba a la montaña e intentaba llegar hasta la apertura del túnel, ciertos rayos confundían la mente de la persona, inhabilitándola para continuar y llevándola en la dirección equivocada.
Tenía un poco de pan en un bolsillo. Me dijo que no comiera el pan. Puso una píldora en mi mano (la cual estaba proyectada fuera de la cápsula todo el tiempo) y me dijo que esa píldora tenía el sabor de muchas frutas. Retiré mi mano y el material plástico a través del cual se proyectaba se cerró. Después de darme la píldora, llevó la cápsula conmigo dentro al espacio en medio de las dos pantallas plásticas, al tiempo que la puerta de la pantalla interior se abría para permitir el ingreso de la cápsula y luego se cerró automáticamente. Entonces la puerta de la cápsula se abrió, salí y la puerta de la pantalla exterior se abrió y me fui.
Lo primero que hacen los recién llegados es ingresar en la cápsula y el atlante los lleva a la cámara de descontaminación (me dijo el atlante). La puerta de la cápsula se abre, la persona abandona la cápsula, se quita la ropa, luego la cámara se llena de vapor que sustrae los venenos radioactivos de su cuerpo. La persona se pone otra ropa que ya está allí preparada, después entra en un ‘aparato eléctrico’ que lo lleva [hacia] el centro de la tierra. Debo mencionar que durante mis visitas antes de que se abriera la puerta escuchaba un zumbido peculiar que provenía del aparato en el cual el atlántido venía desde abajo. El zumbido se hacía cada vez más fuerte a medida que el aparto se acercaba y se detenía al mismo tiempo que el aparato lo hacía y las puertas se abrían automáticamente.
También he de mencionar que cuando un platillo volador se acercó a mi casa el sábado 13 de junio de 1959, durante la tarde y la noche, producía el mismo zumbido que este aparato subterráneo, lo que me hace pensar que ambos operan con el mismo mecanismo y que el platillo volador es un aparato de aquellos mismos atlantes subterráneos y por lo tanto no venía de otro planeta. El platillo volador llegó describiendo una espiral y descendió sobre una colina a unos 2000mts de mi casa y luego ascendió de la misma manera, con una cola de luz tras de sí. Vino durante la noche, tenía una forma redondeada y era de color plata. Creo que fue enviado por los atlantes subterráneos, quienes sabían donde vivía yo y venían especialmente cerca de mi casa..