Si nuestra Tierra es un lugar de paso, ha de haber en ella unas puertas que, a partir de nuestro mundo, se abren a lo desconocido y a partir de otros lugares del Universo, a nuestra Tierra.
Un cierto número de científicos audaces, entre los que hay que citar en primer lugar al zoólogo americano Iván T. Sanderson, se han dedicado ya a efectuar el censo de los lugares que se puede sospechar que son tales puertas. Yo empleo, para designarlas, el término de H. P. Lovecraft, «las puertas inducidas», porque supongo que no se trata de fenómenos naturales, sino de fenómenos artificiales. Por el contrario, una vez creada la puerta, por medio de unas técnicas de las que por el momento no podemos tener la menor idea, debe ser posible un paso accidental, y esto es lo que explica las apariciones y desapariciones de que hablamos a menudo.
Los lugares donde se pueda suponer la existencia de una puerta inducida se distinguen por las características siguientes:
— la gravitación es alterada;
— el magnetismo es perturbado;
— se observan visiones;
— se producen desapariciones enigmáticas.
Un ejemplo sorprendente está en Carolina del Norte, Estados Unidos, en Chimney Rock. Allí se reúnen todas las características, y las observaciones datan de 1800. En 1806, el clergyman local señala en el periódico Raleigh Régister:
Una visión de millares de seres humanos flotando en el aire. Tenían una vaga apariencia humana, pero iban vestidos con ropas resplandecientes.
Después de este artículo, se manifiestan algunos testigos. Todos están de acuerdo en el hecho de -que los seres de la visión no eran enteramente humanos y que llevaban unos vestidos transparentes que reflejaban la luz. Ahora bien, evidentemente, en 1806 los testigos no podían estar influenciados por el cine ni por la televisión.
Más tarde, algunos investigadores debían encontrar huellas de visión en Chimney Rock, entre los, indios cheroques. Se encuentran puertas inducidas en Sussex, en el valle del Mississippi, en el valle del Ohio, en Arizona, en Siberia, en Bretaña y en las Bermudas. Es en la región de las Bermudas donde está situado el famoso «Triángulo de la Muerte», en el que submarinos, aviones y barcos desaparecen sin dejar rastro.
Las desapariciones en el Triángulo de la Muerte se cuentan por centenares. Hace unos años, el doctor C. L. Mammus, de la «Compañía de Teléfonos Bell», sometió a un ordenador un gran número de fenómenos extraños observados cerca de diversas puertas inducidas. Se puso de manifiesto un ciclo de 9,6 años. Cada 9,6 años, las puertas manifiestan una actividad violenta, y al mismo tiempo se percibe una abundancia en el mundo entero de espíritus inquietos, de bloques de hielo que caen del cielo y, de una forma general, de fenómenos paranormales.
No se comprende muy bien a qué corresponde ese ciclo de 9,6 años. Está relativamente próximo al ciclo solar de 11 años, pero no lo bastante como para poder sacar conclusiones al respecto.
En su reciente biografía de Charles Fort, El profeta de lo inexplicado, el escritor americano Damon Knight afirma que ese ciclo tiene un origen cósmico o al menos extraterrestre.
El gran escritor inglés Robert Graves ha estudiado los fenómenos paranormales en torno a Delfos, en Grecia. Está convencido de que Delfos es una región anormalmente cargada y que es por eso que es un lugar sagrado.
Recordemos la frase de Wells en El señor Barnstaple entre los hombres-dioses:
Hay universos que están más lejos de nosotros que la nebulosa más lejana y, sin embargo, más cerca de nosotros que nuestras manos y nuestros pies.La Puerta de Hayu Marca se llama el umbral o la entrada de Amaru Muru Según una profecía, la puerta se abrirá algún día y los dioses volverán en sus naves solares .
La leyenda cuenta que grandes héroes atravesaron la puerta para llevar una vida gloriosa de inmortalidad. Personas que pusieron sus manos sobre la puerta tuvieron visiones de estrellas, columnas de fuego y música extraña
Es interesante observar que la estructura se asemeja innegablemente a la Puerta del Sol en Tiwanaku (Tiahuanaco) y a otros cinco sitios arqueológicos que forman juntos una cruz mediante líneas rectas imaginarias que se cruzan exactamente en el punto en donde se localiza la meseta y el lago Titicaca. Noticias de la región durante los últimos veinte años han indicado una importante actividad ovni en todas estas zonas especialmente en el lago Titicaca. La mayoría de los informes describen esferas azules que brillan intensamente y objetos en forma de disco blanco brillante. La leyenda ya mencionada concluye con la profecía que la puerta de los dioses se abrirá un día “muchas veces más grande de lo que es actualmente” y permitirá que los dioses regresen en sus naves solares.
Jacques Bergier
ResponderEliminar