Si usted sigue creyendo en que únicamente los héroes de las películas de ciencia ficción pueden mover los objetos con la fuerza del pensamiento, es hora de disipar semejante error.
En la ciudad japonesa de Kyoto, científicos de la compañía ATR acaban de inventar un aparato que permite mentalmente manejar objetos a distancia. ATR tiene previsto para 2020 iniciar la producción industrial de dicho artefacto.
El dispositivo se denomina Network Brain Machine Interfce. Es una especie de casco del que cuelgan cables de sensores, que detectan las mínimas variaciones del sistema sanguíneo y reaccionan a los impulsos del encéfalo.
Yukiyasu Kamitani de ATR Computational Neuroscience Laboratories está seguro de que dicho aparato puede aliviar la vida de muchos ancianos solitarios y asimismo de las personas que padecen discapacidad motora.
—Confiamos en que Network Brain Machine Interface será una verdadera revolución entre los dispositivos creados para mejorar la calidad de vida de las personas que, por diferentes causas, no pueden moverse. Esperamos que nuestro artefacto pueda ser utilizado en diferentes institutos de rehabilitación, así como en la casa.
Los experimentos han demostrado que basta con que la persona se imagine un movimiento que hace con la mano derecha o izquierda, para que el pensamiento se transforme en acciones reales. Por ejemplo, los participantes del experimento han podido con ayuda de la imaginación encender y apagar el televisor y la luz en la habitación, y asimismo hacer circular una silla de ruedas en la dirección necesaria.
El mecanismo de acción de Network Brain Machine es simple y complicado a la vez. La información sobre los impulsos que proviene del encéfalo es procesada por el dispositivo colocado en el casco, desde donde ingresa en la base de datos y donde es analizada. Desde allí se imparte una orden a uno de los objetos de la habitación también equipado con el dispositivo procesador. El problema reside en que para cada paciente es necesario adaptar el sistema individualmente, para reducir al mínimo el porcentaje de una posible comprensión incorrecta de las órdenes. Yukiyasu Kamitani dice:
—Ahora justamente estamos trabajando en eso. Espero que pronto podamos corregir todos los defectos y perfeccionar el sistema al máximo.
Ahora para la conversión del pensamiento en acción se necesita entre seis y doce segundos. Pero lo diseñadores calculan dentro de tres años reducir ese tiempo a un segundo. La precisión del cumplimiento de la orden oscila actualmente entre el 70 y 80 %. En general, queda esperar poco tiempo para que la ciencia ficción sea una realidad cotidiana.
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