Los textos provienen de antiguos manuscritos que describen detalladamente una ola de frío glacial que tuvo lugar entre los años 900-950, en plena Edad de Oro del Imperio Islámico. La investigación ha ido sacada a la luz por un equipo de científicos de la Universidad de Extremadura, en concreto el denominado Equipo Aire. Mª Cruz Gallego, Fernando Domínguez-Castro y José Manuel Vaquero, son los investigadores de este nuevo hallazgo que avala la Tesis de cambios cíclicos en la historia.
El último hallazgo desvela que durante 50 años países árabes sufrieron intensas olas de frío. En concreto, este atípico fenómeno marcado por las bajas temperaturas se produjo entre el año 900 y 950.
el artículo publicado en la revista Weather constata cómo en el año 900 el territorio donde en la actualidad se sitúan Iraq y Siria padeció periodos caracterizados por un frío hoy realmente inusual, con termómetros incluso por debajo de los cero grados. Según uno de los científicos que ha participado en este estudio, Fernando Domínguez-Castro, la importancia de este artículo radica en que ha tenido en cuenta escritos árabes realmente antiguos, además de evidenciar la importancia de estos datos para interpretar mejor el clima actual. Unos parámetros que nos ayudarán a dimensionar con más rigor los posibles cambios o alteraciones climáticas, explica Domínguez-castro. Son fuentes “directas” de datos tradicionalmente olvidadas por muchos científicos especialistas en clima, y que esconden un enorme potencial científico, según ha señalado.
A juicio del experto de la UEx no hay muchos estudios climáticos al respecto por las barreras culturales y de idiomas existentes entre la cultura árabe y la occidental en la generación de resultados investigadores. “Los científicos debemos trabajar conjuntamente con los expertos que saben leer estos textos históricos porque hay mucha información por descubrir”.
Las temperaturas,alcanzaron niveles por debajo de “0″ y se describe en los textos como incluso llegaba a congelarse el vino, lo que implica varios grados ceníigrados negativos.
Según Domínguez-Castro, el fenómeno de enfriamiento súbito, fue consecuencia de una gran erupción volcánica, pero es necesario que se realicen investigaciones adicionales sobre el particular.
En cualquier caso, resulta interesante comprobar, como en España esta noticia apenas ha tenido difusión en los medios, mientras que en el resto de las revistas científicas del globo, ha sido un auténtico “crack” en el más amplio sentido de la palabra. Fuera de España, la comunidad de climatólogos independientes considera al Team de la Universidad de Extremadura como casi “Héroes”. Tal es el caso del prestigioso Climatólogo Internacional “Anthony Watts”.
Saquen sus propias conclusiones.
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